Consideraciones éticas para una educación en línea justa y equitativa.
Las clases en línea cambiaron la forma de relacionarnos y comunicarnos interpersonalmente entre profesores, alumnos y directivos. En este nuevo panorama, los colegios y el profesorado deben considerar los siguientes factores.
Consideraciones éticas para maestros e instituciones durante la pandemia
Estrés y miedo
La pandemia no fue solo por el virus, también hubo una epidemia de estrés que nos llevó a enfrentarnos con nuestro miedo a la muerte.
Hoy, es necesario que los administrativos de los colegios consideren siempre el estrés como un factor presente en las nuevas relaciones entre alumnos y profesores.
Conflicto con lo tecnológico
Otro elemento que no puede dejarse fuera de la ecuación es el conflicto con lo tecnológico, pues media la calidad con la cual podemos interrelacionarnos en el mundo digital.
Desde nuestro acceso al internet, la calidad de nuestra conexión y el acceso a dispositivos, hasta el dominio de dichas herramientas y programas.
Incertidumbre económica
El factor económico incide directamente sobre nuestra capacidad tecnológica.
La educación en línea hizo más profunda la brecha entre nivel socioeconómico y acceso a la educación. No es de sorprendernos el crecimiento alarmante de la deserción escolar por todo el mundo.
Ante este nuevo panorama, es necesario replantear el marco ético docente e institucional para la educación en línea; esto en un afán de lograr relaciones interpersonales más sanas que disminuyan la frustración y reduzcan la deserción escolar.
Código de conducta ética para las clases en línea
1. Cada estudiante está enfrentando condiciones materiales diferentes que deben ser consideradas en el nivel de exigencia del profesorado.
Es muy importante entender que no podemos evaluar de la misma manera a todos nuestros estudiantes en el formato en línea. En la presencialidad, había una relativa igualdad de condiciones durante el tiempo de interacción en el aula. Sin embargo, esa igualdad desaparece en la educación en línea.
No todos los estudiantes tienen la misma conexión a internet ni las mismas condiciones técnicas de sus equipos.
Es muy importante que el maestro encuentre indicadores objetivos que le permitan medir la predisposición y voluntad del estudiante por encima de sus circunstancias materiales.
Sin embargo, debemos considerar también otro factor que modifica la voluntad de nuestros alumnos: la salud emocional.
2. La salud emocional del estudiante afecta directamente en su predisposición y voluntad frente al estudio.
En esta pandemia, el mayor desafío de estudiantes y docentes es mantener la motivación en un contexto emocional adverso.
El encierro, el aislamiento, los problemas económicos, la incertidumbre con respecto a la salud y la constante idea de riesgo y muerte afectan sustancialmente a la salud emocional tanto de estudiantes como de profesores.
Hoy más que nunca, los docentes deben evitar caer en prejuicios y etiquetar a los alumnos con baja motivación. Pues lo que vemos únicamente a nivel académico suele ser la punta del iceberg; desconociendo factores subyacentes de la vida de ese estudiante.
Dediquemos un tiempo de nuestra clase a platicar sobre nuestros miedos, problemas y desafíos. Preguntemos a nuestros estudiantes cómo están, cómo se sienten y encontremos nuevas maneras de ser empáticos. En el fondo, muchos compartimos el mismo miedo y la misma inseguridad.
3. Los contextos familiares de cada estudiante afectan su disposición al formato de educación en línea.
Así como desconocemos la realidad emocional y psicológica de nuestros estudiantes, también desconocemos su realidad familiar, que sin duda es un factor determinante en la disposición hacia el formato de educación virtual.
Cuando el estudiante enciende su cámara y activa su micrófono, nos está permitiendo entrar a su intimidad, lo que sin duda lo coloca en una situación vulnerable. Los profesores no deben adoptar posturas autoritarias que obliguen a sus alumnos a encender sus cámaras.
Los estudiantes pueden sentir vergüenza de:
Las condiciones físicas de su vivienda,
situaciones del entorno en el cual viven (ejemplo: sonidos que provienen del exterior y sobre los cuales no tienen control),
situaciones familiares que pueden verse por la cámara o escucharse por el micrófono.
4. La pandemia afecta la situación económica de muchos estudiantes.
La falta de sensibilidad con respecto a la situación económica que atraviesan muchas familias ha afectado la imagen institucional de muchos colegios.
La pandemia ha mostrado el verdadero rostro de muchas instituciones cuyo interés económico resultó mayor que su compromiso con la educación.
Si bien los colegios privados deben ser redituables para poder subsistir, estos deberían hacer un replanteamiento financiero para analizar sus gastos y redefinir sus metas de utilidades con el fin de ofrecer descuentos y esquemas de pago a familias que realmente lo necesiten.
Para ello es necesario contar con herramientas de estudios socioeconómicos y establecer criterios claros para el otorgamiento de dichos apoyos.