Comunica situaciones complicadas a tus superiores en centros educativos.
Los responsables del marketing en colegios tenemos la tarea de monitorear el desempeño de la marca educativa aplicando herramientas de medición y análisis que nos permitan conocer las opiniones de alumnos y familias.
Realizamos diagnósticos para detectar de manera oportuna problemas que puedan afectar a la imagen del colegio u obstaculizar el logro de sus metas, pero ¿cómo plantear correctamente estos escenarios difíciles a directivos y propietarios del centro?
A continuación, desarrollaré algunos consejos que te serán de gran ayuda para abordar, comunicar y enfrentar correctamente circunstancias espinosas ante cualquier superior.
8 consejos para informar problemas al director de una escuela
1. Mira con objetividad la situación
Cuando realizamos diagnósticos en una escuela, tenemos que emplear instrumentos imparciales de análisis cuantitativos y cualitativos. En la medida que garanticemos la objetividad de nuestra información, contaremos con argumentos más ecuánimes y menos cuestionables para plantear inconvenientes.
Nunca comuniques suposiciones o conjeturas que no estén sustentadas en datos, de lo contrario podrías crear percepciones equivocadas o proyectar conflictos inexistentes.
Todas nuestras decisiones deben basarse en hechos comprobables a través del análisis, y no en hipótesis sin fundamentos.
2. Verifica la equidad de tus datos
La equidad se refiere a garantizar que nuestro análisis no introduzca, reproduzca o refuerce cualquier tipo de sesgo.
Es normal que, al formar parte de la vida cotidiana del colegio, tengamos filtros a la hora de evaluar una situación. Juzgamos los acontecimientos a partir de nuestros afectos, aversiones, simpatías y antipatías personales.
La manera de evitar sesgos es utilizar procesos y sistemas que sean justos e inclusivos, otorgándole el mismo peso y la misma importancia a todas las opiniones.
Pensar que un alumno o un padre de familia puede tener mayor o menor razón que otro, puede llevarnos a percepciones sesgadas de la realidad escolar.
No únicamente requerimos de herramientas objetivas de análisis, también debemos asegurarnos de que toda nuestra comunidad estudiantil se encuentre representada en cada proceso evaluativo.
Las conclusiones deben mostrar imágenes completas y realistas del centro, lo cual incluye hechos que pueden resultar incómodos para los directivos.
En caso de ser necesario, se aconseja profundizar en las opiniones de los estudiantes y padres de familia a través de entrevistas, grupos focales o cuestionarios.
Un mercadólogo ético no maquillará realidades para complacer al director del centro escolar, brindándole una imagen halagadora pero falsa, ya que eso haría vulnerable a la institución.
Cuando nos negamos a aceptar nuestras debilidades, estas se irán agravando hasta salirse de control y generar un daño mayor a la institución.
3. Busca la neutralidad
Al poner conflictos sobre la mesa, es aconsejable buscar posturas neutrales, otorgando por igual tanto la confianza como el beneficio de la duda a todas las partes inmiscuidas.
En los colegios suceden muchos juegos de poder entre alumnos, padres, profesores y personal administrativo, por lo que debemos esforzarnos por mirar la situación desde la imparcialidad.
4. Evalúa desde los valores y la cultura
Entender los valores y la cultura organizacional del colegio nos permitirá entender si la situación que hemos detectado representa realmente una problemática o es producto de nuestra propia interpretación.
Por ejemplo, si estamos en un colegio con una cultura organizacional casera o familiar, no sería prudente analizar los hechos desde una postura profesional, pues veríamos con malos ojos algo que pertenece a lo cotidiano.
Esto no significa que debamos justificar algo simplemente por ser habitual, me refiero a que los directivos no lo considerarán un conflicto porque así es como han decidido gestionar su institución.
Si un hecho concreto no contraviene los valores o la cultura de una escuela, será difícil poder sustentarlo como una contrariedad. Claro, a menos que se trate de una falta ética grave o de un probable delito.
Saber cómo es la estructura en la cual estamos parados nos ayuda a identificar el límite de nuestras funciones y recomendaciones. Seremos nosotros quienes deberemos tomar la decisión de si estamos dispuestos o no a trabajar en tal o cual cultura laboral.
5. Plantea soluciones
La mejor manera de informar sobre un problema es hacerlo con un par de soluciones bajo el brazo. No llegues únicamente con malas noticias, plantea al menos un par de posibles caminos para transformarlas en acciones concretas que permitan mejorar la situación.
Trazar un plan estratégico te ayudará a manejar de mejor manera cualquier escenario, además te hará ver como una persona con iniciativa y dispuesta a actuar y no solo quejarse.
6. Exprésate de forma racional y argumentativa
Evita cualquier comentario que nazca de tus emociones, ya que cuando comunicamos problemas a nuestros superiores la atención de las personas está 100% enfocada y eso implica que cualquier comentario será recordado.
Ten mucho cuidado al elegir tus palabras, evita utilizar adjetivos o hacer juicios de valor, es mejor limitarse a describir de forma objetiva y simple cualquier contexto.
7. Identifica las causas más profundas
La empatía es un factor preponderante durante la exposición efectiva de situaciones complicadas, ya que nos permite considerar las distintas posturas de cada una de las personas involucradas.
Debemos hacer un esfuerzo por entender las acciones de una manera más profunda, buscando las causas primordiales que las han provocado. Eso sí, sin caer un afán de querer justificarlo todo.
Entender las distintas ópticas durante el análisis situacional nos dará ventajas a la hora de explicar a detalle el panorama.
8. Encuentra el mejor momento
Hay momentos y lugares idóneos para hablar de temas difíciles, es por ello que requerirás de mucho tacto y una gran capacidad de observación para encontrar el mejor día, horario y hasta el mejor espacio para abordar temas complejos.
Si tu director está pasando por un mal momento personal o está demasiado ocupado en una tarea, entonces no es momento de agobiarle con alguna problemática. Espera el instante más oportuno y tus posibilidades de éxito serán mayores.