Estrategias para motivar a los docentes y mantener un buen clima laboral en colegios.
En su libro “Marketing Educativo. Captación y fidelización de alumnos” (2019), Carlos Llorente nos habla sobre la importancia de mantener motivados a nuestros profesores.
Un docente feliz con su trabajo proyectará esa satisfacción a sus estudiantes, generando una mejor percepción de la institución educativa.
Los profesores son una parte esencial de nuestro colegio, es por ello que necesitamos un clima laboral saludable y profesional para que puedan desarrollar su talento en el aula.
Los maestros deben sentirse seguros y apoyados por la dirección, para poder expresar su entusiasmo, motivación y deseo de ofrecer lo mejor de ellos mismos a sus estudiantes.
Es fundamental que la dirección cuente con el liderazgo suficiente para involucrarse y permanecer cerca de sus profesores. La dirección no debe ser únicamente un proveedor o un gestor, necesita acompañar y motivar a todos sus equipos de trabajo.
¿Cómo mantener la motivación de nuestros profesores?
Dejarlos expresarse libremente
Si deseamos mejorar el clima laboral dentro del colegio, necesitamos contar con canales para que nuestros profesores expresen libremente sus opiniones, quejas y recomendaciones.
En la mayoría de los colegios, los maestros tienen miedo de comunicar a sus jefes los problemas de funcionamiento.
Necesitamos que los canales sean anónimos y que los comentarios no sean leídos por los jefes directos sino por una autoridad superior.
Las críticas al funcionamiento de la institución no deben ser tomadas de manera personal, ya que son necesarias para mejorar.
Si los empleados tienen miedo de decir lo que sucede, los problemas no podrán evidenciarse y persistirán, haciéndose cada vez más graves.
El autor recomienda crear sesiones de trabajo con profesores de distintos departamentos en los que se ofrezcan soluciones a problemas generales que se hayan planteado en la sesión.
Procurar un ambiente laboral saludable
Es indispensable que los espacios de trabajo transmitan sensaciones de respeto y cordialidad.
Los ambientes tóxicos envían mensajes de falta de profesionalismo y mala administración, que los alumnos y los padres de familia perciben de forma inmediata.
Reconocer su esfuerzo
El reconocimiento es una gran herramienta para incentivar a los profesores. Felicitar y dar las gracias por el esfuerzo y compromiso ayuda a conectar con las personas, además de hacerlos sentir importantes.
Un empleado valorado se sentirá comprometido con el centro educativo y tratará de dar lo mejor de sí.
Pero no todo deben ser palabras, el reconocimiento económico también es importante. Sin embargo, este no debe usarse de forma excesiva ya que se corre el riesgo de convertirlo en algo cotidiano y perdería significado.
Una buena medida es otorgarlos dos veces al año o en alguna ocasión significativa para la institución. Sin embargo, si una persona lo merece siempre es aconsejable premiar con algún bono económico.
Los bonos tienen mayor impacto cuando el empleado no lo espera, así que no lo digas y sorpréndelos.
Es muy útil otorgar bonos por objetivos alcanzados. Este tipo de retribución incrementa el sentimiento de pertenencia y el compromiso de grupo.
También existen las retribuciones individuales dependiendo del trabajo desempeñado y del grado de responsabilidad. Un buen incentivo son los bonos por excelencia académica.
Sin embargo, es importante que sus requisitos para obtenerlos sean siempre públicos y que todos los maestros puedan competir para alcanzarlos. También se puede premiar con días libres o algún presente que permita valorar el esfuerzo.
Ser un líder y no solamente un directivo
Un líder es aquel capaz de mostrar el camino e inspirar el liderazgo en los demás.
Los directores tienen que ver en los profesores el potencial que ni siquiera ellos saben que tienen. Cuando confiamos en las personas casi siempre nos sorprenden.
Un empleado que goza de la confianza de su jefe se sentirá seguro y podrá desarrollar un trabajo más creativo, comprometido y con mejor rendimiento.
Un empleado con miedo desarrollará inseguridad y evitará proponer mejoras. Incluso debemos confiar en aquellos empleados que suelen no destacar, para despertar en ellos el sentido de autonomía y responsabilidad.
Ofrecer capacitación constante
El activo más importante de cualquier colegio son sus profesores, por lo que una buena manera de motivarlos es a través de cursos de formación.
Existen dos tipos: los que se imparten para toda la organización y los individuales.
Los primeros responden a una prioridad estratégica y deben llevarse a cabo dos veces al año.
Debe realizarse un seguimiento de resultados obtenidos, con indicadores claros para saber si la capacitación resultó productiva o no.
Los segundos capacitan a una persona en concreto para una tarea determinada.
Estos planes buscan desarrollar el talento individual con un objetivo específico. Son útiles para retener a los empleados más talentosos y evitar que sean contratados por la competencia.
Referencias
Llorente, Carlos (2019) Marketing educativo. Captación y fidelización de alumnos. ESIC Editorial.
Kommentare