Liderazgos que existen en las escuelas y su impacto en la imagen institucional.
En el ámbito escolar, ser líder va más allá de solo dirigir. Implica inspirar, fortalecer y forjar un entorno donde cada integrante, ya sea profesor o estudiante, se sienta reconocido y estimulado.
Con el paso del tiempo, hemos visto surgir variados modelos de liderazgo, cada uno con sus particularidades y métodos. Entender estos modelos es clave para determinar cuál se alinea mejor con la visión de tu centro educativo y cómo este puede impactar positivamente en su trayectoria.
Tipos de líderes en instituciones educativas
Líder Autoritario
Durante años y a través de la historia hemos visto que los lideres autoritarios son los más exitosos y eficaces. Sin embargo, debemos tomar en cuenta los contextos en los que ese tipo de liderazgo ha sido funcional y que las personas que responden a este liderazgo comparten algunas similitudes entre sí.
El autoritarismo está caracterizado por una comunicación unidireccional que solo admite las expectativas e ideas del líder y no las de otras personas. El establecimiento de objetivos y la toma de decisiones solo involucra al líder y nadie más puede participar.
En los colegios, estos líderes autoritarios cuartan el sentido de pertenencia y no perciben o aceptan la esencia del ser humano dentro de una organización.
El rol de un líder autoritario en el entorno educativo tiene sus pros y contras. Hay quienes sostienen que dicho liderazgo aporta una estructura clara, especialmente en momentos complejos; sin embargo, otros opinan que puede limitar la creatividad y el pensamiento innovador.
Es crucial hallar un balance entre ejercer la autoridad y fomentar la colaboración de toda la comunidad educativa.
Líder Democrático
Existen formas de liderazgo de tipo democrático, el cual involucra a los miembros del colegio en la toma decisiones y en otros procesos como creación de proyectos.
Como podemos observar se empieza a tomar en cuenta a los demás integrantes de la escuela.
En el contexto escolar, un liderazgo de tipo democrático propicia un clima de trabajo en equipo y respeto. Cuando maestros y personal perciben que su voz tiene peso y que tienen un papel activo en el avance de la escuela, su compromiso y entusiasmo tienden a aumentar.
Además, este enfoque de liderazgo potencia la innovación, al valorar la diversidad de perspectivas y no solo las decisiones desde la dirección.
Diferencias entre líder autoritario y líder democrático
Estudios indican que el liderazgo autoritario en escuelas afecta su funcionamiento. La percepción de un poder dominante de los líderes desmotiva a los docentes, causando renuncias o baja productividad.
Los resultados de las investigaciones de Turnipseed en 1992, Ostroff y Rothausen en 1997 y Smith y Sweetland en 2003 entre otros autores indican que el liderazgo autoritario produce emociones en los educadores como frustración, estrés, incomodidad y desmotivación.
Estas mismas investigaciones arrojan resultados totalmente opuestos en liderazgos democráticos que muestran respeto y consideración para las diferencias individuales, así como un lado más humano que les proporciona una satisfacción y respeto por la institución.
Líder Transformacional
Existe también el liderazgo transformacional, que cuenta varios aspectos en sus características que permiten cuidar las relaciones humanas, tomando como pilar el crecimiento profesional e integral de las personas, que son aspectos que se deben valorar y cuidar en las instituciones educativas por el tipo de servicio que ofrecen.
Comencemos por definir Liderazgo Transformacional según Vargas (2003): «Es el rol que desarrolla un tipo de líder capaz de ayudar a los demás a tomar conciencia de sus posibilidades y capacidades, de liderar sus propias actividades dentro de la organización pensando en su crecimiento y desarrollo profesional».
Este líder cuenta con características que también se pueden entrenar o potenciar como son la empatía y el no buscar recibir todo el mérito de los objetivos alcanzados, es decir, que se reconoce como parte de un sistema y un equipo.
Este tipo de líder salvaguarda la dignidad humana y sobre todo realiza un autoanálisis que le permita encontrar por qué no se han alcanzado los objetivos y el porqué del entorpecimiento de los procesos cotidianos o los ambientes laborales inadecuados.
Su análisis del entorno parte de entender que el colegio es un sistema complejo y que cualquier acción puede afectar o beneficiar a los miembros y al sistema del cual es parte.
Cualquiera que sea el enfoque de liderazgo elegido, existen pilares esenciales que todo líder educativo debe priorizar. Estos pilares no solo respaldan un liderazgo sólido, sino que también contribuyen al éxito y calidad educativa de la institución.
6 fundamentos para un buen liderazgo en colegios
1. Consideración individual
Consiste en dedicar tiempo y atención a las necesidades y diferencias individuales. La relación y comunicación con los docentes debe ser personalizada, aceptando sus personalidades, sus habilidades y defectos.
2. La tolerancia psicológica
El convivir por periodos prolongados con otros docentes y con alumnos suscita fricciones entre los mismos. Los directivos deben poseer la empatía necesaria para resolver dichas fricciones de la mejor manera.
3. Liderazgo compartido
Involucrar a los docentes y todo el personal en el establecimiento de misión, visión y valores que darán forma e identidad a la institución.
4. Trabajo en equipo que produzca sinergia
Es indispensable que la Dirección promueva el trabajo en equipo y evite crear competencias internas que afecten el correcto funcionamiento del centro educativo.
5. Autenticidad
La autenticidad es una característica esencial en cualquier líder. Reconocer y aprender de los errores no solo muestra madurez y humildad, sino que también establece un ejemplo para todos en la institución.
En el ámbito educativo, donde se espera que los estudiantes aprendan y crezcan, es vital que vean a sus líderes hacer lo mismo.
6. Liderazgo fundamentado en valores
Como el respeto, la dignidad de la vida, la fraternidad y la justicia.
A través de un buen liderazgo se puede llegar al reconocimiento, justicia y respeto por los docentes, lo que mejorará, adaptará y optimizará a la institución educativa y mejorará sus niveles de motivación.
En síntesis
Un buen líder puede lograr que todas las personas que conforman el colegio se sientan parte importante del mismo.
Gracias a esto, se puede aspirar a otro objetivo que es transformar la cultura organizacional para seguir avanzando, mejorando la imagen y percepción de sus directivos, permitiendo suscitar confianza en los docentes, alumnos y sus familias.